Este mapa fue dibujado por Howard Burke y publicado por el periódico el New York Journal-American en 1940, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
Esta obra de Burke, a diferencia de otros mapas como este dedicado a Japón y este dedicado a la Unión Soviética, no ataca abiertamente la posición de la Italia Fascista en la guerra, sino que muestra cierta empatía respecto a su situación, aunque sigue englobándose dentro de un objetivo propagandista.
En el mapa, se representa a Italia y sus posesiones en amarillo, entre las que se encuentran las conquistas realizadas al Imperio Otomano en el 1912, como Libia o las islas de Rodas y Leros, así como Albania, ocupada por Italia en 1939. Además, el autor incluye en naranja las que, a su parecer, son los tres siguientes pasos que Italia podría dar (también identificadas por tres flechas rojas):
- Yugoslavia: Italia había firmado un pacto de no agresión con Yugoslavia, pero Italia podría utilizar la precaria posición yugoslava para convertir al país en un estado asociado.
- Córcega, Niza y Saboya: Las tres regiones fueron perdidas ante los franceses en diferentes periodos, y el irredentismo italiano lo sentía parte natural de Italia.
- Túnez: Se trataba de la colonia francesa en África que mayor peligro suponía para Italia, por lo que debía de ser tomada.
En el mapa también aparecen otros importantes intereses estratégicos, como la importancia de controlar el Mediterráneo para preservar sus dos principales rutas comerciales: hacia América a través del estrecho de Gibraltar y hacia Somalia a través del canal de Suez.
En la parte inferior izquierda, Burke explica en detalle que, según él, la situación de Italia era neutral y que era una consecuencia directa de que no habían sido tratados justamente en la firma de paz tras la Primera Guerra Mundial. Además, recomienda que Italia no se uniera activamente a Alemania en la guerra, ya que eso le ocasionaría un enfrentamiento directo con el Reino Unido y podría ver frustradas sus aspiraciones.
Curiosamente, este mapa se publicó el 2 de junio de 1940, tan solo ocho días antes de que Italia declarase la guerra a los Aliados.
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